domingo, 27 de noviembre de 2016

EL LEGADO DE FIDEL CASTRO RUZ



No se puede resumir en un artículo de opinión toda la trascendencia que la Revolución Cubana en sus 57 años de extensión y particularmente su Comandante Fidel Castro Ruz en 90 años de vida ha significado para el mundo y Latinoamérica, sin embargo me quiero ocupar aquí de un detalle en particular: ¿Qué sucede cuándo un ser humano considera que puede vencer a un Imperio? Simplemente lo hace.  Castro Ruz no tomó las armas como primera vía de lucha, es conocido su intento jurídico por legales instancias en la denuncia pública de 1952 ante el Tribunal de Emergencia y más conocida aún el resultado de la justicia cercana al poder tanto como ahora en cualquier país con todo y el supuesto Estado de Derecho Liberal.  Es entonces cuando surge la potente figura de coraje y valor, el asalto al cuartel Moncada es la muestra de la más improbable victoria, un puñado de rebeldes pensando que podían revertir el sistema con una acción repentina: para la lógica común de las autoestimas débiles y los corazones temerosos nada más irreal; las palabras previas del Comandante podrán vencer dentro de unas horas o ser vencidos; pero de todas maneras, ¡Óiganlo bien, compañeros!, de todas maneras el movimiento triunfará. Si vencemos mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí. Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante”.  Fracasaron momentáneamente en los objetivos de Moncada, sí, pero transformaron sus consciencias y capacidad de auto valoración hacia un futuro de triunfo pronto e inminente.  En igual línea de convicción, destruyendo -imposibles- y con la misma dinámica del puñado de revolucionarios y revolucionarias soñando otro mundo, a bordo del vetusto bote Granma llegó junto a ellos el líder con la utopía colgada de un brazo y su fusil del otro.  Tiempo después unas pocas centenas de combatientes logran derrocar la dictadura protegida por 70000 soldados e ingentes recursos bélicos.  Empero a su entrada en la Habana el gigante liberador sentenciaría “La tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil”.  Tremendo valiente de los pocos que nacen, o que nacen pero que este sistema de jerarquías míticas va desdoblando en miedo y sumisión; a Castro no le bastaba  el histórico episodio de emancipación, desde una pequeña isla en medio del Caribe alzaría la misma mirada digna con la que retó a la muerte para observar a semejante altura y con ojos firmes los abusos, atropellos y hegemonía del Imperio Global.  Henos acá, después de casi seis décadas no han podido ni podrán aplastar a la insumisa Cuba que hilarante desafió el falso destino del orden mundial; aquellos que han bombardeado, asesinado, destituido, invadido, saqueado y explotado continentes enteros no pudieron con la “pequeña” isla del Caribe.  En esa línea y bajo esa inspiración te decimos gracias por el ejemplo legado Comandante Fidel Castro Ruz, con tus aciertos y errores inyectaste en las venas calientes de la juventud de este continente el arrojo necesario para despegar las rodillas de tierra y erguir contundentes los sueños de justicia y el derecho de reacción ante el poder, la muerte y el dolor.  Hasta la victoria siempre Comandante, te vas pero se perciben vientos que llegan con la noticia de que ese siempre cada vez mide menos y está más cerca, en tu memoria y la de todas las y los insurrectos que se atrevieron a poner la vida por medio a sus ideas situaremos a la Nuestroamérica de Martí de pies y volando realmente libre ante la historia. 

Aquiles Hervas Parra
27 de noviembre de 2016

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