miércoles, 4 de mayo de 2016

GOBIERNO APUNTA AL PASADO NEOLIBERAL



El sociólogo François Houtart sentenciaba hace poco en un artículo “de la antigua oligarquía a la pretensión de las  nuevas burguesías, nada diferente” al referirse a la situación política y económica del país durante el gobierno de la Revolución Ciudadana.  Con mucho pesar en estas dos semanas hemos visto como sin amortiguación desde la Función Ejecutiva se han anunciado varias golpes contundentes al país, medidas que muchos miraban como imposibles en el marco de la supuesta izquierda del actual régimen: privatización de activos nacionales (Hidroeléctrica, Banco, canales), futuras privatizaciones de derechos mediante los posibles copagos de educación, salud y desarrollo infantil (ver declaraciones de ministra Gabriela Rosero de fecha 14 de abril de 2016).  Si llegamos a la dolorosa crisis de 1998 conocida como salvataje bancario, el posterior feriado bancario y la dolarización fue precisamente por una serie de reformas y recetas del denominado modelo neoliberal que condujeron al colapso de la economía ecuatoriana; tres fueron sus ingredientes: privatización de derechos, eliminación de la capacidad reguladora del Estado y apertura sin protección al mercado internacional.  Una grave depresión de la economía empujó a tres millones de ecuatorianas/os a migrar hacia el extranjero, sucediendo a esta crisis financiera una crisis de la democracia, poco menos de una década de inestabilidad política sin precedente. Ante todo esto el pueblo ecuatoriano de manera soberana decidió refundar el Estado con la expedición de la Constitución de la República en el año 2008, ley fundamental resultado de la lucha de los pueblos y no del ambiguo e incoherente Movimiento Alianza País, mucho menos de su mesías conservador.  En esa Carta Magna el Estado volvió a nacer, contrajo al fin un rol, dándole vida a lo público tan golpeado en el pasado por los intereses de pequeños grupos económicos.  Hoy el gobierno en reprochable actitud de imposición y pretendiendo anular resistencias  mediante el argumento del trágico sismo que hace poco azotó nuestras costas (muy parecido a los discursos de políticos corruptos que justificaban la crisis de 1998 con el Fenómeno del Niño de aquel entonces), establece los anuncios, de golpe y porrazo, de medidas que en clara evidencia superan el monto requerido para la recuperación y que son propias del recetario neoliberal, y que llevarían al país a ese pasado que dice retóricamente combatir.  No nos debe sorprender, ya llevamos varios años en el viraje ideológico y programático de la “revolución ciudadana”, lo que preocupa es la velocidad con la que está precipitándose en la actualidad ese viraje.  Frente ello, y con la misma velocidad de reacción debemos activar nuestras acciones de defensa de lo público, de lo común.  Jamás permitir que los derechos sean transformados en servicios, ni bienes nacionales de alto valor vendidos a precio de gallina flaca, aun disponemos de la Constitución que edificó un Estado fuerte, ley madre que ha estorbado en el viraje programático-ideológico gubernamental y la cual debe ser defendida por el pueblo como su legítimo autor.  Si el gobierno quiere regresar al pasado neoliberal, el pueblo mirará al futuro luchando en el presente.   

Aquiles Hervas Parra
3 de mayo de 2016.

No hay comentarios:

Publicar un comentario