sábado, 22 de agosto de 2015

LA ÉTICA ESTÁ ANTES QUE LA POLÍTICA



Estamos viviendo un momento de la historia marcado profundamente por la polarización estructurada alrededor del poder: sí emites una opinión crítica ante el régimen actual te tildan de opositor recalcitrante, parte del pasado y juego de la derecha, sí emites un reconocimiento a algún acierto eres un lacayo subordinado a los intereses del gobierno.  Hasta cuándo maduraremos suficientemente el razonamiento cultural del equilibrio y la postura sensata.  Quien escribe este artículo se reconoce como antigobiernista por la hipocresía y diatriba con la que el Presidente actual maneja el discurso ante sus seguidores y por las sucesivas traiciones a la agenda anti neoliberal ofrecida en su momento además de la prepotencia y narcisismo extremo de su personalidad, pero, eso no significa que no reconozca en estos años avances que teniendo su raíz y epicentro en los procesos y luchas populares llevadas a cabo décadas atrás, se consolidaron con la vigente administración, un ejemplo fundamental de ello la Constitución de la República.  Es por eso que antes que cualquier apasionamiento político de intereses alrededor del poder se encuentra -o debería encontrar-  la mínima base ética y la cultura; sino evolucionamos de manera radical en esos aspectos, pocas o nulas esperanzas quedan en el futuro.  Este argumento de ninguna manera procura decir que nos asumamos como neutrales, si no tenemos posición política nos mostramos como farsantes revestidos de retórica, Platón decía “el precio de desentenderse de la política es ser gobernados por los peores hombres”, la invitación es a asumir nuestra colocación política pasándola primero por el filtro del justo juicio, el equilibrio, la ecuanimidad y la búsqueda de la verdad es decir de la ética, solamente en  esa consigna pueden surgir nuevas generaciones de ciudadanxs y políticxs que antes de asumirse como tal, tengan asentados sus principios en una balanza interior que nos permita mirar hondo a la libertad, igualdad y justicia.

Aquiles Hervas Parra
22 de agosto de 2015.

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