Se conmemora el Día Internacional de
la Mujer el ocho de marzo de cada año en recuerdo de las trabajadoras que
murieron incendiadas debido a que la fábrica para la cual trabajaban en
condiciones de explotación y por lo cual cual emprendieron protesta por sus
condiciones laborales las encerró a pesar de haberse alertado la presencia de
llamas en el interior, un total de 123 obreras murieron aquel día. Este año 2017 en Guatemala mientras en el planeta
entero se organizó un Paro Mundial de Mujeres contra la violencia general e
institucionalizada del sistema y la sociedad hacia el género femenino, en el Hogar
Seguro Virgen de la Asunción, casa en la cual convivían niñas y adolescentes
sin familia con infractoras de varios tipos la circunstancia se repite; tras un
amotinamiento que demandaba acciones contra las múltiples violaciones sexuales
y falta de atención mínimas en sus derechos por parte del Estado y las
autoridades del lugar, miembros de la casa hogar literalmente las encerraron
con llaves a pesar de que adentro se producía un incendio voraz, es así que 33
seres humanos se calcinaron en el fuego. Muchos intentarán ocultarlo, in-visibilizarlo
o relativizar estos temas, pero es precisamente esta escena cruel y repetida un
siglo después el resumen de la violencia sistemática y construida que le damos
a la mujer en la sociedad actual. Ayer
fueron brujas, hoy putas, mañana nos inventaremos cualquier epíteto con el cual
justificar la muerte progresiva y el dolor que ocasionamos (o no enfrentamos)
al género opuesto por el delito de haber nacido mujeres. Este año apenas tres días después de la multitudinaria
e internacional marcha “Ni una menos” a raíz del brutal asesinato de una joven
local en Argentina, un triple femicidio espeluznante y cruel en la misma
localidad mostraba el lento avance y el nivel de dificultad que va a implicar
acabar con la oleada de crímenes y muerte por motivos de género. Mientras este miércoles en el mundo y toda Latinoamérica
miles de mujeres marchaban y declaraban un Paro Mundial de Mujeres, en
Guatemala treinta y tres niñas sucumbían quemadas y en nuestro país Ecuador las
redes se plagaban como trending topic a #LadyTantra un episodio grotesco de
calificaciones morales sobre una mujer, grabación de video que cubrió todas las
redes sociales e hizo sombra y ruido a las decenas de marchas, plantones y
actos donde las mujeres simplemente pedían la sencilla pero tan pendiente premisa
de -Nos queremos vivas-. Ni un segundo
para el miedo, hombro a hombro a erradicar la violencia y muerte por motivos de
género, aunque las nietas de hoy sean flageladas con el mismo terror que las abuelas
de ayer, un fantasma recorre el mundo, el fantasma de la liberación de la mujer
y lograremos que éste si se materialice.
Aquiles Hervas Parra
10 de marzo del 2017
Estimado Aquiles un gusto leerte una vez mas, éxitos en todo amigo espero tener noticias de ti y verte de a poco a escala nacional. saludos. Alex Zapata, MOV LEU
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