viernes, 8 de abril de 2016

RIOBAMBA NO ES CAPITAL TAURINA




Una declaración simbólica u oficial de capital es el efecto de un proceso social que involucra a las mayorías configuradoras de un determinado lugar.  En el cantón Riobamba a pesar que desde un contexto político se perdió una consulta popular para la propuesta de abolición de las corridas taurinas con muerte del animal, no ha habido a la fecha una demostración estadística que determine que la mayoría de sus habitantes están de acuerdo con esta práctica sangrienta y dolorosa.  La misma ha debido sostenerse con la necesidad de convocar a las minorías correspondientes de algunas ciudades y hasta del exterior internacional para alcanzar a llenar la plaza, véase como demostración de lo dicho el fracaso de noviembre de 2014, o días no estelares de cualquiera de las corridas de 2015, ejemplos notorios de la falta de aceptación de esta obsoleta tradición.  De aquellas personas, la mayor parte ni siquiera mantienen un compromiso profundo con los contenidos y conocimiento de la tauromaquia, a duras penas los asistentes han aprendido varios momentos de la corrida para no parecer ajenos a la misma y concurren a la feria con múltiples motivos que no sustentan su participación comprometida con esta tradición ajena a nuestro territorio.  Entonces de la misma manera que un grupo minoritario pretende imponer ante una población de 250000 habitantes (aproximados) del cantón un título de capital que no nos corresponde con argumentos enajenados, estamos quienes no sentimos identificación con la absurda denominación y presentó un resumen de cinco razones sintetizadas:

1.  Lxs riobambeñxs no estamos de acuerdo con el ejercicio de dolor y muerte de otros seres para mantener la tradición y el placer de pocas personas.  Quien trate de manifestar que los toros no sienten dolor al recibir múltiples inserciones de instrumentos corto-punzantes en su cuerpo, los cuales afectan zonas musculares, nerviosas y venosas, son ilusos fanáticos o mentirosos manipuladores de la información científica objetivamente comprobada.  Se puede entender que las personas griten con euforia al mirar como un futbolista inserta un gol en la red contraria, pero que los mismos niveles de placer lo experimenten personas el momento que una espada atraviesa el corazón de un ser vivo y lo tiende escupiendo sangre en el piso, es un síntoma de patología y, por ninguna razón eso puede ser símbolo de orgullo ciudadano. 

2.  Lxs riobambeñxs no somos una estirpe española o europea.  Se quiera o no aceptar somos runas, que en castellano contextualizado significa seres humanos, no existe teoría que mantenga la base de existencia de razas (ni siquiera etnias) puras.  Somos longas y longos más o menos arreglados, mejor o peor vestidos, y con pasados que sin lugar a dudas han experimentado procesos de mestizaje, aunque se lo pretenda esconder.  De hecho el cantón en lo urbano y rural, tiene demográficamente una mayor presencia de etnias indígenas que sostienen un conjunto mucho mayor de tradiciones en rituales, significados, fiestas, símbolos y que deberían entrar al debate público y demandar declaraciones oficiales de reconocimiento como el hoy intentado con la noción de capital.

3.  Lxs riobambeñxs estamos comprometidos con la vida y la libertad.  Estamos al albor de una etapa de la historia donde los principios de la vida y la libertad se han elevado a un ratio de mínimos conceptos de manejo entre los seres y su entorno natural. Un símbolo de muerte como lo son las corridas de toros no puede ser el orgullo de un cantón, eso nos retrocedería varias décadas en las transformaciones y avances sociales que ha tenido la humanidad y nos dejaría en una condición retrógrada; sí tan sólo en ocho países de un total de doscientos dieciséis a nivel mundial se mantiene las corridas taurinas y además en pocas de sus ciudades, tan solo en el año 2015 se prohibieron las corridas en diecisiete nuevos lugares entre municipios y ciudades grandes.  Sé que para los seguidores de las corridas, el animal y en particular el toro y sus derechos no tienen validez -que lo asumen como un concepto propio de los humanos-, pero, es esa otra señal de retroceso social, hoy más que nunca la naturaleza y todos sus componentes sin voz están adquiriendo progresivos análisis de existencia en íntima relación con las personas.  Sin sostenibilidad de la madre tierra y sus componentes animales la especie humana no es nada.  

4.  Lxs riobambeñxs repudiamos la violencia.  Las corridas taurinas  no sólo afectan la vida y derechos de los toros de lidia, también tienen un efecto social que se repliega en el entorno educativo de los lugares donde se las practica.  Sí nuestras niñas y niños observan que se practica tortura y sometimiento violento en un animal y sus adultos socialmente lo consienten y admiten, entonces en sus planos cognitivos las nuevas generaciones asumen como normal ese ejercicio de violencia y por lo tanto lo reproducen en otros contextos como el familiar o social.  Somos sociedades que aún tienden a resolver sus conflictos con dinámicas de violencia precisamente porque se hallan vigentes actividades de aceptación formal y legal de la violencia.  Si bien es cierto en Riobamba aún no se logra la abolición de las corridas, al menos no institucionalizarlas como un símbolo nacional debe ser el límite que nos identifique ante la patria como una ciudad de paz y armonía.  

5.  Lxs riobambeñxs debemos declarar oficialmente otras ideas de capital.  Este bendito lugar en el cual nacimos está exquisitamente ubicado de una manera mágica desde el punto de vista natural, o está caracterizado históricamente por sucesos y hechos de relevancia nacional.  Nos rodean más de cinco volcanes, un centenar de lagos y lagunas, nos hallamos a menos de cinco horas de cualquiera de los pisos climáticos existentes; de la misma manera en este sitio se han producido por primera vez hechos y actos de incidencia nacional e internacional, aquí se dio la primera insurgencia femenina, la primera constituyente, el primer tranvía, el primer estadio, el primer científico del Ecuador, entre otros hechos.  Por estos motivos tanto desde el plano social como económico sería muchísimo más acertado declarar a nuestra ciudad de Riobamba como: 

- Capital Nacional de las Primicias: eso alimentaría la autoestima de nuestro pueblo y mejoraría su situación productiva, innovadora, generadora de talentos.
- Capital Nacional de los Personajes Históricos: eso activaría las expectativas de niños, niñas y jóvenes para mirarse en grandes proyectos y metas que muevan a nuestra ciudad.
- Capital Mundial del Turismo de Diversidad: Eso atraería a muchísimos más visitantes nacionales y extranjeros, movería el aparato económico, potenciaría el flujo de recursos sin afectar a nadie, allí ayudaríamos realmente a las mayorías de nuestro cantón. 

Esta discusión genera polémica y encuentro de opiniones entre los seguidores de las corridas y quienes estamos comprometidos con la defensa de aquellos que no tienen voz y lastimosamente se queda como un debate de un grupo versus otro, por ello es importante que todas y todos quienes conforman el territorio riobambeño se involucren y pronuncien sobre su conformidad o no con este título que arbitrariamente se estaría pretendiendo imponer sobre la ciudad.  Asimismo es importante saber qué reflexión tienen las autoridades del cabildo, Burgomaestre y Concejalxs electos para definirse en este tipo de aspectos que involucran la preocupación pública del cantón.  Sí las mayorías lo permiten quedará inscrito, pero si esas mayorías no lo deseamos deberá pasar al archivo de las pretensiones sin fundamento que se han intentado en la historia.

Aquiles Hervas Parra
8 de abril de 2016.

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