Una declaración simbólica u oficial de capital es el efecto de un
proceso social que involucra a las mayorías configuradoras de un determinado
lugar. En el cantón Riobamba a pesar que desde un contexto político se
perdió una consulta popular para la propuesta de abolición de las corridas
taurinas con muerte del animal, no ha habido a la fecha una demostración
estadística que determine que la mayoría de sus habitantes están de acuerdo con
esta práctica sangrienta y dolorosa. La misma ha debido sostenerse con la
necesidad de convocar a las minorías correspondientes de algunas ciudades y
hasta del exterior internacional para alcanzar a llenar la plaza, véase como
demostración de lo dicho el fracaso de noviembre de 2014, o días no estelares
de cualquiera de las corridas de 2015, ejemplos notorios de la falta de
aceptación de esta obsoleta tradición. De aquellas personas, la mayor
parte ni siquiera mantienen un compromiso profundo con los contenidos y conocimiento
de la tauromaquia, a duras penas los asistentes han aprendido varios momentos
de la corrida para no parecer ajenos a la misma y concurren a la feria con
múltiples motivos que no sustentan su participación comprometida con esta tradición
ajena a nuestro territorio. Entonces de la misma manera que un grupo
minoritario pretende imponer ante una población de 250000 habitantes
(aproximados) del cantón un título de capital que no nos corresponde con
argumentos enajenados, estamos quienes no sentimos identificación con la
absurda denominación y presentó un resumen de cinco razones sintetizadas:
1. Lxs riobambeñxs no estamos de acuerdo con el ejercicio de dolor
y muerte de otros seres para mantener la tradición y el placer de pocas personas.
Quien trate de manifestar que los toros no sienten dolor al recibir múltiples
inserciones de instrumentos corto-punzantes en su cuerpo, los cuales afectan
zonas musculares, nerviosas y venosas, son ilusos fanáticos o mentirosos
manipuladores de la información científica objetivamente comprobada. Se
puede entender que las personas griten con euforia al mirar como un futbolista
inserta un gol en la red contraria, pero que los mismos niveles de placer lo
experimenten personas el momento que una espada atraviesa el corazón de un ser
vivo y lo tiende escupiendo sangre en el piso, es un síntoma de patología y,
por ninguna razón eso puede ser símbolo de orgullo ciudadano.
2. Lxs riobambeñxs no somos una estirpe española o europea.
Se quiera o no aceptar somos runas, que en castellano contextualizado significa
seres humanos, no existe teoría que mantenga la base de existencia de razas (ni
siquiera etnias) puras. Somos longas y longos más o menos arreglados,
mejor o peor vestidos, y con pasados que sin lugar a dudas han experimentado
procesos de mestizaje, aunque se lo pretenda esconder. De hecho el cantón
en lo urbano y rural, tiene demográficamente una mayor presencia de etnias
indígenas que sostienen un conjunto mucho mayor de tradiciones en rituales, significados,
fiestas, símbolos y que deberían entrar al debate público y demandar
declaraciones oficiales de reconocimiento como el hoy intentado con la noción
de capital.
3. Lxs riobambeñxs estamos comprometidos con la vida y la
libertad. Estamos al albor de una etapa de la historia donde los
principios de la vida y la libertad se han elevado a un ratio de mínimos
conceptos de manejo entre los seres y su entorno natural. Un símbolo de muerte
como lo son las corridas de toros no puede ser el orgullo de un cantón, eso nos
retrocedería varias décadas en las transformaciones y avances sociales que ha
tenido la humanidad y nos dejaría en una condición retrógrada; sí tan sólo en
ocho países de un total de doscientos dieciséis a nivel mundial se mantiene las
corridas taurinas y además en pocas de sus ciudades, tan solo en el año 2015 se
prohibieron las corridas en diecisiete nuevos lugares entre municipios y
ciudades grandes. Sé que para los
seguidores de las corridas, el animal y en particular el toro y sus derechos no
tienen validez -que lo asumen como un concepto propio de los humanos-, pero, es
esa otra señal de retroceso social, hoy más que nunca la naturaleza y todos sus
componentes sin voz están adquiriendo progresivos análisis de existencia en
íntima relación con las personas. Sin sostenibilidad de la madre tierra y
sus componentes animales la especie humana no es nada.
4. Lxs riobambeñxs repudiamos la violencia. Las corridas
taurinas no sólo afectan la vida y derechos de los toros de lidia, también
tienen un efecto social que se repliega en el entorno educativo de los lugares
donde se las practica. Sí nuestras niñas y niños observan que se practica
tortura y sometimiento violento en un animal y sus adultos socialmente lo
consienten y admiten, entonces en sus planos cognitivos las nuevas generaciones
asumen como normal ese ejercicio de violencia y por lo tanto lo reproducen en
otros contextos como el familiar o social. Somos sociedades que aún
tienden a resolver sus conflictos con dinámicas de violencia precisamente
porque se hallan vigentes actividades de aceptación formal y legal de la
violencia. Si bien es cierto en Riobamba aún no se logra la abolición de
las corridas, al menos no institucionalizarlas como un símbolo nacional debe
ser el límite que nos identifique ante la patria como una ciudad de paz y
armonía.
5. Lxs riobambeñxs debemos declarar oficialmente otras ideas de
capital. Este bendito lugar en el cual nacimos está exquisitamente
ubicado de una manera mágica desde el punto de vista natural, o está
caracterizado históricamente por sucesos y hechos de relevancia nacional.
Nos rodean más de cinco volcanes, un centenar de lagos y lagunas, nos hallamos
a menos de cinco horas de cualquiera de los pisos climáticos existentes; de la
misma manera en este sitio se han producido por primera vez hechos y actos de
incidencia nacional e internacional, aquí se dio la primera insurgencia
femenina, la primera constituyente, el primer tranvía, el primer estadio, el
primer científico del Ecuador, entre otros hechos. Por estos motivos
tanto desde el plano social como económico sería muchísimo más acertado
declarar a nuestra ciudad de Riobamba como:
- Capital Nacional de las Primicias: eso alimentaría la autoestima de
nuestro pueblo y mejoraría su situación productiva, innovadora, generadora de
talentos.
- Capital Nacional de los Personajes Históricos: eso activaría las
expectativas de niños, niñas y jóvenes para mirarse en grandes proyectos y
metas que muevan a nuestra ciudad.
- Capital Mundial del Turismo de Diversidad: Eso atraería a muchísimos
más visitantes nacionales y extranjeros, movería el aparato económico,
potenciaría el flujo de recursos sin afectar a nadie, allí ayudaríamos
realmente a las mayorías de nuestro cantón.
Esta discusión genera polémica y encuentro de opiniones entre los
seguidores de las corridas y quienes estamos comprometidos con la defensa de
aquellos que no tienen voz y lastimosamente se queda como un debate de un grupo
versus otro, por ello es importante que todas y todos quienes conforman el
territorio riobambeño se involucren y pronuncien sobre su conformidad o no con
este título que arbitrariamente se estaría pretendiendo imponer sobre la
ciudad. Asimismo es importante saber qué
reflexión tienen las autoridades del cabildo, Burgomaestre y Concejalxs electos
para definirse en este tipo de aspectos que involucran la preocupación pública
del cantón. Sí las mayorías lo permiten quedará inscrito, pero si esas
mayorías no lo deseamos deberá pasar al archivo de las pretensiones sin
fundamento que se han intentado en la historia.
Aquiles
Hervas Parra
8 de abril de 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario