sábado, 6 de enero de 2018

SI, PERO NO CON LOS MISMOS DE SIEMPRE




La consulta popular desarrollada actualmente es en su mayoría de preguntas con obviedad política.  Quien se alineare con alguna negativa  en las respuestas habría de legitimar la posición de uno de los líderes más antidemocráticos de la historia del Ecuador.  Sin embargo en tal escena vale realizar algunas precisiones, la lección histórica que nos resistimos a aprender es la de no entregar cheques en blanco a ningún gobernante aun cuando estemos completamente a favor con éste o absolutamente en contra de su contrincante; los cheques en blanco son sumamente peligrosos para el futuro.  Es así que uno de los detalles que no podemos dejar pasar por alto es el oportunismo que múltiples viejos y obsoletos políticos están encontrando en esta plataforma legitimadora.  En el caso de nuestra provincia, políticos como Mariano Curicama aprovecha las condiciones del bipolarismo para pasarse velozmente hacia la vereda ganadora, cual si los chimboracenses no tuviésemos memoria y olvidáramos la nefasta forma en que ha ejercido lo público en sus períodos.  Es tan grande la ambición y tan pequeño el límite para no comprender que el pueblo no tolerará autoridades eternas enquistadas mediante sus ventajas clientelares de poder, tremendo descaro realizar es campaña contra la reelección indefinida y querer paralelamente turnarse por más de tres décadas en cargos públicos.  Al parecer no habrá autolimitación a la infinita avaricia por el control de las instituciones locales, ante lo cual, los sectores del pueblo, urbano y rural, deberemos  imponernos para derrumbar contundentemente a estos cínicos actores.  Si no se bajan del oportunismo deberemos destronarlos de la historia, es nuestra responsabilidad cerrar el paso a los excesos de quienes han demostrado todo menos empatía con su pueblo.  A cambio de ello recurrentemente se ha utilizado, manipulado y aprovechado de sus sectores para beneficio exclusivamente particular: indigenismo blanqueado, élites que olvidaron mirar atrás hacia la realidad de sus hermanos y prefirieron aprovecharse cómodos de sus pomposos privilegios sostenidos por el trabajo de la mano de obra del campo.  Indígena que olvida la situación de sus comunes deja de ser indígena; dirigente que se jerarquiza es falso líder; administrador que no orienta sus decisiones hacia el bienestar de todos es corrupción sistematizada.  No se puede estar en contra de la corrupción habiendo formado parte cómplice y silenciosa de ella, no se puede hablar de principios bailando al son de la música que se ponga.  Al pueblo se lo podrá confundir un momento  pero jamás engañarlo permanentemente, y, éste, el pueblo chimboracense, con sus virtudes y defectos ha demostrado su radical posición con los excesos. 

Aquiles Hervas Parra
5 de enero de 2017.