lunes, 15 de junio de 2015

LA COYUNTURA ACTUAL Y LA ESTRUCTURA POLÍTICA ALREDEDOR DEL ESTADO



La verdadera izquierda no está en el gobierno y los explotados mucho menos en la oposición.  Este caos y desorden social ha puesto en un rompope confuso todas las posturas, y, definitivamente este conflicto no describe de ninguna manera la lucha de clases que caracteriza la historia.  Me preocupa tanto volver al pasado como que el pasado esté sigilosamente gobernando en la actualidad.  Al parecer todo indica que ésta no es una dicotomía entre sectores sociales, sino la riña constante de grupos económicos que se han dividido por tradición el pastel de nuestro amado país.

No nos dejemos engañar por el gobierno y mucho menos por la camaleónica oposición, los dos mienten, y lo hacen de una forma cada vez más descarada.  En un lado pretenden convencernos de que la ley de herencias es un acto redistributivo de orientación ideológica popular, una especie de medida de Economía Política, no señores, no somos pendejos, la medida forma parte de un clásico instrumento de Política Económica, tradicionalmente keynesiana, nacida además de las recomendaciones efectuadas en este año por el Fondo Monetario Internacional para sostener el decadente capitalismo que está en permanentes colapsos, una forma de sacrificio de una parte minoritaria de los ricos de las naciones, aquellos de patrimonios familiares, medida que a escala mundial es pensada para precautelar los capitales de las transnacionales que no mantienen sus recursos en los países sino en paraísos fiscales libres de obligaciones, y, que por tanto no están vulnerables a las leyes fiscales del Estado.  

Sí el gobierno quiere mentirnos al mostrarse de repente como radical o progresista, al menos dele hilo a la mentira: queremos  la redistribución de la riqueza de las compañías mundiales asentadas en territorio nacional, solicitamos el control de precios de los especuladores inmobiliarios, exigimos la postura contundente contra el libre comercio camuflado en el acuerdo con la Unión Europea, demandamos la nacionalización o mínimo control de abusos en tarifas de las telefónicas que funcionan en el país, este momento hacer realidad la reforma agraria que responda a las luchas históricas de nuestros pueblos y nacionalidades, dónde están tantas y tantas cosas agendadas a raíz de la Constitución en Montecristi.

Señor Presidente, Rafael como te dejabas decir antes: ¿le indigna el argumento arribista de la clase media? Eso es lo que usted ha enseñado con los centenares de discursos sobre el crecimiento económico capitalista moderno y la eficiencia material, en vez del Buen Vivir Andino -Sumak Kawsay- de nuestros ancestros, que plantea reducir el consumo y motiva la búsqueda de la felicidad a través de lo simple y equilibrado.  

Pero, y en esto quiero ser clarísimo, de la misma manera y con igual acento me dirijo a los partidos oportunistas de la derecha banquera y asesina que nos quieren hacer creer que están de lado de los oprimidos.  A ustedes gajo de burgueses mediocres que han tenido al país sumido en la exportación de materias primas o la importación de bienes de consumo durante doscientos años, a ustedes que nos mienten cuando dicen que trabajan, siendo el real esfuerzo laboral el de sus obreros o empleados explotados y abusados, a ustedes les decimos que tampoco somos giles.  No los olvidamos ni los olvidaremos, nuestros recuerdos están plagados de sus robos, desfalcos y atracos, del sufrimiento de nuestras madres y padres, la angustia de los abuelos no perderá nuestra memoria.  Hambrientos pescadores a río revuelto detrás del poder, de la administración de lo público, de la torta.  Suyas podrán ser las cámaras y los micrófonos, pero nunca las calles, estoy seguro que culminan las jornadas hastiados del sol y asqueados de la caminata, con los pies ampollados porque jamás caminan, no han tocado zona de pueblo.

Al gobierno y a la oposición les decimos: nadie nos va a utilizar, no somos la carne de cañón de sus discursos ni mucho menos el instrumento al servicio de sus intenciones, al Presidente y al banquero, a los verdes y a los blancos, los jóvenes sabemos de Economía y leemos Historia, no le creemos a los unos su falsa postura socialista ni mucho menos a los otros su manipulada rebeldía, esta no es una bronca de izquierda contra derecha, es la riña de la derecha vaga y clásica frente a la porción creciente de otra derecha neoliberal en el seno del Estado, es bronca de unos ricos que no gobiernan versus otros ricos (y aspirantes a ricos) que han ganado casi todo el espacio del régimen.  

El gobierno está acelerando de una manera monstruosa la cantidad de errores políticos de tacto y traiciones a la agenda popular, le quedan cada vez menos oportunidades de rectificación, no le hacen un favor al pueblo si enmiendan su línea, se lo hacen a ustedes ante un evidente y acelerado suicidio, el pueblo no fenecerá por su ausencia, si los banqueros llegan al poder será sola y exclusivamente por su responsabilidad y a nosotros nos corresponderá lo que por historia el pueblo ha hecho: luchar, luchar y buscar la utopía ideológica del justo gobierno para las mayorías, la radical eliminación de las severas brechas de desigualdad, la no explotación, la lucha decidida contra la corrupción, para la dignidad, la vida y esa pendiente felicidad social que aún queda por construir.